
Los Genesis de Peter Gabriel eran un grupo extraño, sus letras eran diferentes, sus composiciones no encajaban en los clichés habituales del Rock Progresivo, por otro lado no eran tan virtuosos como algunos de sus coetáneos; sus músicos, a excepción de Phil Collins y Tony Banks (batería y teclista respectivamente) no daban la talla entre los grandes del género, seguramente por esa razón, entre otras que comentaré, la clásica formación no alcanzó la repercusión mediática que se merecía con su disco más ambicioso: The lamb lies down on broadway.

Nos encontramos en el 1974, Genesis llevaban juntos desde el 1967 y parecía que ya era hora de hacer un disco grande, uno conceptual de la misma manera que "The Who" habían sacado su conceptual "Tommy" y Pink Floyd el año anterior estrenaron su "The Dark Side of the moon" y así fue, pero no para seguir adelante pues también fue el año en que Peter Gabriel decidió dejar la banda por diferencias personales con sus compañeros.
Aún dejando de lado la deserción o expulsión de su carismático cantante, si examinamos con detalle los anteriores discos de Genesis a mi se me antoja este "The Lamb lies down on Broadway" como una especie de despedida pues en él, a modo de regalo, nos encontramos con los frutos recogidos de varios años de experimentación musical, donde coincide una música inspirada, que deja de lado los excesos marca de la casa mostrándonos unas composiciones entre cortas y de mediana duración, solamente restringidas por la conceptualidad de la historia. Tras esta descripción a más de uno le parecerá que esté hablando de cierto disco de los Pink Floyd: "The Wall".