miércoles, 28 de diciembre de 2011

28-D: El día de los inocentes

Ya lo dije el año pasado por estos lares, no me gusta lo que representa  el día de los inocentes, el propio nombre me parece cruel: inocentes. Me suena a víctima, a reírse a costa de alguien real. Puedo hacer la vista gorda cuando el sentido del humor "inocente" se nota que está preparado, dosificado de manera personalizada, cuando es algo elaborado como el truco de un mago.

Hay mucha gente, me imagino que un pelín más retorcida que yo o simplemente que tienen más memoria y sentido del humor, que si tienen en mente esta fecha y se permiten el lujo de gastar alguna inocentada a algún amigo o conocido; yo no me acuerdo, a excepción de este año.. Es más, estamos en lo de siempre, si tengo que gastar una inocentada a alguien, lo haré con malicia y no esperaré un día del año en concreto!

 Lo cierto es que si la broma es buena o digamos que de buen gusto, no me importa y hasta puedo reír como cualquiera, incluso siendo yo la víctima. Quizás mi negativa a hacer bromas en este preciso día es porque yo ya las hago durante todo el año o quizás porque no me tomo la vida muy en serio, que no quiere decir que sea un suicida ni nada por el estilo.

Cuando más refinada es la mentira más creíble, mejor ser sincero y la prueba la tenemos con sucesos como la inclusión de una pista de hielo en Barcelona en concreto en medio de la Plaza Cataluña, lugar donde hasta ahora se han hecho todas las manifestaciones y convocatorias del movimiento 15-M.  Podría extenderme más sobre el tema y comentar de donde ha salido realmente la iniciativa y hacia donde irán los beneficios, pero tampoco me quiero meter en temas pantanosos para no aburrir a nadie, empezando por mi mismo.

Todos somos inocentes, sólo hay que ver los recortes que se han hecho, el dinero que ciertos políticos se embolsan, los sueldos del rey y sus alegados  o la manera en que el PP ha engañado a una mayoría para conseguir la mayoría absoluta, podría seguir así un rato. Pero bueno, los inocentes también les podemos hacer una pequeña inocentada, una pequeña Vendetta en forma de manifestación.