El día que nací no fue especial, no vinieron los reyes magos a ofrecerme obsequios ni bajó ningún ángel a la tierra con una trompeta para anunciar mi llegada con un épico pregón. Mi nacimiento no fue el único, millones de madres dieron a luz a niños en ese día normal y corriente, no se ganó ninguna guerra, ningún muro represor cayó ni siquiera se encontró ningún remedio contra alguna enfermedad letal, el día que nací simplemente fue un día más.
Pasan los años y cada vez más, sin darnos cuenta, envejecemos, perdemos fuerzas y facultades mentales, cada vez es más difícil encontrar trabajo, ligar, a no ser que tengamos un encanto similar al de George Clooney, Richard Gere, etc que se llevan a las más jovencitas... Aunque eso si, ganamos algo que teóricamente compensa todas las pérdidas anteriores: experiencia. Nos volvemos más reflexivos, algunos malpensados, desconfiados, será por eso que dicen que "más sabio es el diablo por viejo que por diablo", bueno algo es algo.
Toda celebración se puede poner en duda al ver como progresivamente se convierte en un mero ritual, sabiendo que con los años acaba desvirtúandose su sentido original. Desde hace ya unas décadas, a una gran parte de la gente, las navidades, la semana santa, etc, sólo les importan por el hecho de no tener que ir a trabajar; en los cumpleaños pasa algo parecido, olvidan el sentido original y esperan el citado día solamente por el hecho de que sea la excusa de reencontrarse con ciertas personas que quizás hacía tiempo que no las veía y éstas le hagan regalos. Los cumpleaños anteriormente eran algo así como una especie de facebook de un sólo día.
Desde que hace años que no celebro el cumpleaños, casi nadie me recuerda la edad que tengo, creo que incluso mentalmente he rejuvenecido algo y ello a modo de placebo quiero pensar que los demás lo notan. Me gustaría poder celebrar el día de mi nacimiento como algunos hacen y decir: mira cada año que pasa estoy mejor de salud, mis ingresos aumentan, cada vez trabajo menos, pero no es así, al hacer un balance veo pérdidas irrecuperables, tristezas con tendéncia a lo crónico, aunque también descubro nuevas maneras de exprimir la vida, nuevas diversiones con forma de hobbies y otras posibles amistades o relaciones.
Lo importante es celebrar los méritos que se consiguen en la vida, pero no depender de fechas, cada día tendría que tener su celebración en función de lo que se lograse, pero no, dependemos del calendario...
PD: Que conste que no estoy en contra de las tradiciones, bienvenidos sean todos esos días de descanso y meditación.
2 comentarios:
La verdad es que la versión pesimista de ver los cumpleaños se extiende con la misma velocidad que la optimista, hay muchos que lo ven como tú. Yo lo veo de forma optimista, aunque teniendo en cuenta que "ya nos queda un año menos". Creo que es cuestión de actitud, míralo de esta forma:
El día de tu cumpleaños, celebras que has sobrevivido un año más en la dura carrera de la vida. Quién sabe qué día puede llegarnos una desgracia, es una suerte poder decir "¡voy a por el siguiente año!". Ya está, ya tienes una forma positiva de ver ese día ;)
Jeje, saludos.
Bueno, bueno, mi visión pesimista no lo es tanto por la la celebración en si sino por el sentido que le suelen dar: cumplir años y la fecha de nacimiento. Siento ser un cascarrabias pero me parece que hay cosas más interesantes que celebrar.
Vale, me apunto a eso del celebrar el "sobrevivir años", haré una celebración privada con todos mis allegados, pero sin pasteles, velas ni regalos, una buena fiesta en algún lugar diferente, a modo de ritual sectario, jeje!
A mi también me hacía gracia celebrar los cumpleaños cuando sólo tenía dos decadas, snif...
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