lunes, 18 de abril de 2011

El problema de los enchufes musicales


Uff, que descanso, acabo de revisar un listado de consejos para ser aspirante a crítico musical sacados de esta página, que se ha encargado de hacer un magnífico trabajo de traducción, del texto original de Everet True, un crítico del que dicen que es amado y odiado por partes iguales. En el apartado de "trucos para aspirantes a Lectores de críticos de rock." en el número 10, dice:

10. Los bloggers no son críticos; No automáticamente.

Supongamos que me tomo en serio esas frases como una especie de mandamientos modernos, pues bien, estoy salvado, puedo escribir cualquier tontería con la conciencia tranquila, de hecho, ya lo hacía, sin considerarme "crítico musical", pero ahora más.


No lo voy a negar, detesto a los críticos musicales que empiezan a hablar o escribir y no tienen ni idea de música (menuda contradicción), me refiero a esa gente sin estudios específicos salvo la carrera de periodismo o similar (aunque a veces parece que no tengan ni eso), que parecen estar estar al pie del cañón por una simple cuestión de   enchufe. Lo ideal sería que al menos fueran melómanos en un sentido mayúsculo de la palabra pero normalmente están demasiado especializados y cuando les sacas de su estilo/genero, meten la pata abismalmente. Mi crítica de hoy (no musical) no es hacia todos ellos, puesto que evidentemente hay excepciones con personas con buen gusto, algunos incluso tienen un oído intuitivo, aunque su mayor baza es el saber escribir sin que parezca que se estén masturbando literariamente. Lo que me da rabia es que esas ovejas negras de la profesión en realidad son pastores ya que, lo quieran o no, están influyendo en las opiniones de los demás, a parte de que ya es patético no saber de tu profesión y encima que te paguen.

Dejadme incidir en un detalle: no tengo envidia por el enchufe que tienen o la pasta que ganan diciendo tonterías, lo que me molesta es que encumbran a grupos o solistas que no se lo merecen en lugar de otros con más talento, y ya puestos, porque no decirlo, también ellos están quitando el trabajo hacia personas más preparadas como periodistas, o melómanos que no se ciñen a un estilo. Y re-insisto, no me quiero dedicar a la crítica aunque por aquí suelte algo parecido de vez en cuando. A fin de cuentas, todos criticamos, algunos con mayor dureza u otros sólo por encima; es inevitable, hacemos comparaciones constantemente y tomamos decisiones que a veces no son correctas. Lo ideal sería que la balanza entre lo objetivo y lo subjetivo en nuestras opiniones estuviese equilibrado.

Si me pongo ahora a crear una ridícula lista con lo que me gusta y con lo que gusta, más de uno me tomará por juez y ejecutor y podríamos estar  horas discutiendo matices que yo creo importantes y los demás no. No lo podría evitar, no dejaría títere con cabeza y cuando me descuidase irían a por la mía! En ese punto haría enemigos y me automarginaría. Prefiero hablar sobre lo que me gusta y si me obligan (pagan) por hablar de algo que me disgusta, éticamente tendría que decir que no. No hay que hablar nunca mal de los demás músicos (salvo patéticas excepciones como los personajes de las fotos que he puesto), solamente puedo recrearme en los críticos y en los medios de comunicación rastreros que organizan montajes como OT, Eurovision o cualquier otra pachanga televisiva: ellos tienen la culpa de todo, de encumbrar a grupos que tendrían que estar encerrados en locales de ensayo de por vida, hasta que aprendieran a tocar decentemente, etc..

Hay tantos grupos y supuestos artistas que no se merecen el lugar en el que se encuentran o han estado. Las listas musicales genéricas ("lo mejor del año"), ni las ventas de discos ("lo más vendido") no son sinónimos de calidad, sino de enchufe. Hasta la bazofía más grande e infumable puede ser vendida con una promoción, con una campaña adecuada. En el cine, por ejemplo, es diferente, te pueden vender un truño como un peliculón pero tras unos días se hace justicia y la gente no va al más al cine a verla, lo malo es que los grupos enchufados, ya sea porque venden más imagen que otra cosa  (y provocación) o porque el público es tan snob y/o tiene tan mal gusto, que muchos mediocres tienen asegurados años de vivir del cuento.






Podría estar un buen rato criticando de grupos mediocres sin talento, enchufados, bandas de culto inmerecidas, pero bueno mejor dejo sólo tres y que cada uno lo extrapole al panorama actual y saque sus conclusiones.


4 comentarios:

Dani Torregrosa dijo...

Interesante reflexión.
La he divoblogeado y todo :-)

http://divoblogger.com/story.php?id=706

Alexandre Vaudeville dijo...

Gracias, por lo divoblogeación!
Me alegro que te haya gustado, en el fondo mi entrada de hoy son cosas que todos pensamos pero rara vez decimos, creo.

Saludos!

Patricia dijo...

¿Los camela también?

Alexandre Vaudeville dijo...

¿Te han camelado los Camela?
Ufff, eggs, hombre, mirándolo fríamente, si tienes que hacer un viaje de 3000km en coche, no te funciona la radio y en la gasolinera de turno sólo hay Camela en versión Cassette, bueno, pues tampoco está tan mal, pero en general creo que es mejor cantar villancicos, silbar o hablar sólo para pasar el rato.

Yo prefiero a los Camel, que es rock Sinfónico del bueno! ;)