domingo, 21 de noviembre de 2010

Los asesinos y los "malos de la peli"

Nicolas Cage y su compañero viendo una "Snuff movie" en "Asesinato en 9mm"
El que lo niegue, miente, son los "malos de la peli", los que en la mayoría de los casos nos mantienen pegados a la pantalla en las películas de acción, thriller y derivados. Sería muy aburrido seguir la vida de un policía patrullando las calles comiendo rosquillas o Donuts cuando va en coche y haciendo chistes malos de vez en cuando persiguiendo a criminales de poca monta. Es la oscuridad del villano, como contraposición a la claridad de las acciones del héroe, la que nos atrae, es la lucidez perversa del astuto enemigo la que nos atrae, es la libertad de sus acciones capaz de sorprendernos siempre con una reacción inesperada lo que nos da alimento en nuestros saludables momentos de ocio.

También es cierto que el carisma de un buen héroe políticamente correcto también es atractivo, que puede tener frases ingeniosas para hacernos reír y recursos inteligentes para reducir a los "malos" tras adelantarse a sus planes maquiavélicos, pero siempre será más interesante cuando se pasa al otro lado, cuando empieza a ceder sin darse cuenta, cuando, en vez de encerrar en prisión al reincidente malo de turno, le da su verdadero merecido y lo manda al otro barrio para que no hayan segundas partes. En este último caso, no pasa nada, sólo fue una vez, un pequeño desliz (una perdonable vendetta), todos nos podemos equivocar y rectificar posteriormente, no importa que delante tenga el fiambre del villano de turno hecho papilla, hacemos la vista gorda mientras escuchamos un trágico fragmento musical de la banda sonora y aparecen los títulos de crédito.

Al final en las películas, lo que más importa es que el orden impere, que se proteja a los indefensos, que se salven a los inocentes; que se haga justicia, al final "el bueno" es "bueno" y "el malo" es "malo", salvo excepciones donde hay lastimosas redenciones. A lo mejor nunca hubieron malos o buenos, quizás sólo era una cuestión de elegir el bando... Lo que nos dicen las películas es que no, que en el bando de los "malos", todos son "malos", que el bien es la pureza, etc y que sólo hay una manera de convertir a un criminal, con una condena. Pero yo creo que el asesinato es otro tema muy diferente, que está por encima del bien y del mal.

Los malos de la vida real, hasta donde he visto en las noticias o por los psicópatas que he tenido trato, no tienen carisma ni encanto (salvos los políticos, claro), no esperes encontrar a un asesino y tener una charla profunda sobre sus motivos o una tertulia en una cafetería, en caso afirmativo no te confíes pidiéndole un autógrafo, en el mejor de los casos te llevará a su casa y te proporcionará una muerte rápida y en el peor de ellos hará una peli "snuff" contigo y puede que te coma vivo a lo Hannibal Lecter. Volviendo al tema de los "malos reales", si que hay algunos que tienen carisma, los que no saben de su condición, quizás porque es su trabajo: suelen ser tus jefes del "curro" con sus ironías a la hora de meterte en marrones de todos los tipos, pero ese es otro tema. También hay "amigos"que te dan más problemas que alegrías con sus neuras o compañeros envidiosos que te complican la vida; los "trepas", pero son males menores (o malos menores), una vez que te alejas de ellos, te dejan en paz, con vida.


Volviendo al tema de los asesinos, los hay de muchos tipos, en función de sus métodos o de sus móviles, de ahí el filón cinematográfico, algunos son más respetables, otros más bajos, algunos espectaculares y otros miserables, pero en el fondo todos son "malos" pues de algún modo son responsables de uno de los actos mas viles que puede hacer un hombre: eliminar a otro ser humano.

Dicen que no hay asesinos natos, que todo es una cuestión de educación, que un trauma en la infancia puede hacer que nos atraiga los aspectos más sórdidos de la existencia, como el snuff, el gore, etc. Y luego tenemos a otro tipo de víctimas, en principio más inocentes, aquellos que, por un defecto de nacimiento, hay algo en sus cerebros que no funciona adecuadamente y no pueden controlar la violencia o no son conscientes de la relativa linea divisoria entre el bien y el mal. ¿Son acaso estos dos tipos de asesinos "inocentes" y merecen una simple cura, un tratamiento psicológico cuando la cifra de sus victimas es sonrojante? Supongo que si, a las malas se pueden alistar en el ejército, como Rambo y que hagan algo de provecho, porque los policías chalados suelen hacer mal su trabajo y ensuciar la reputación del honorable trabajo de los protectores de la ley. Estaría bien que al menos esas despreciables criaturas tuviesen un código ético como Dexter Morgan, que se informasen bien antes de cometer sus travesuras al margen de la ley.

Continuará...

Imágenes sacadas de:


http://www.seatibiza.net/foro/showthread.php?t=112185
http://www.zonadvd.com/imagenes/articulos/compa_silenciocorderos/silenciocorderos7.html http://pibesdemultimedia.com.ar/2008/08/08/dexter-morgan/

6 comentarios:

Manel Cano dijo...

Lo que más me atrae (y no miento) son los buenos que luchan contra su yo malo y viceversa. Las contradicciones humanas.
Y, definitivamente, la única salida posible para psicópatas me parece el "código" dexteriano. No creo que hagan nada bueno en el ejército (a lo Rambo) matando personas.

Saludos.

Alexandre Vaudeville dijo...

Manel, cierto, las contradicciones humanas dan mucho juego, en realidad vivimos constantemente con ellas, sólo en las situaciones extremas es cuando la lucha interior es más cinéfila, por eso digo que en las películas de acción, cuando mas "malo" sea el malo y complique la vida al bueno de "turno" mejor será el espectáculo y por ello cuando más se pase el bueno al otro lado, más partido se le saca el personaje, más sufrimos por el bueno o de lo contrario nuestra mentes retorcidas disfrutan con sus sucios métodos. También hay casos de espías e infiltrados que lo pasan realmente mal y ese es el encanto. La redención forzada por el guión del malo de turno o del bueno que se ha ido de las manos suele ser poco creíble, al menos en las películas, en las novelas siempre se puede explayar más en la psique de estos particulares extremos.

Respecto al tema "Rambo", el debate está en que una vez tenemos guerra (sin nosotros quererlo) alguien tiene que combatirlas, no? En el bando agresor siempre habrán "chalados", entonces no es lógico mandar a un oficinista, es necesario tirar de los chalados, sacar a los perros...

En el ejército los "Rambos" siguen un tipo de código llamado disciplina, no?

Saludos.

Raúl Peñaloza de Moure dijo...

Tienes razón, el cine se encarga de hacer entrañables a los malos. Que al final, no resultan taaaan malos, ¿no?

Alexandre Vaudeville dijo...

Pues yo creo que si, los mas malos en el cine son adorables, los chalados de la vida real no tienen sentido del humor, no tienen una gran inteligencia, etc, sólo son chalados varios y sicarios.

Manel Cano dijo...

Bueno, un chalado en una guerra no tendrá muchos problemas en matar a niños, violar mujeres, torturar y demás cosas "éticamente reprobables" incluso en guerra.

La disciplina un loco con un arma ya sabes por donde se la pasa...

Alexandre Vaudeville dijo...

Ya, pero alguien tiene que hacer el trabajo sucio, no?
Y bueno, no es lo mismo un patriota, que un violador, que un psicópata, no?

Quiera pensar que los violadores no son los que abundan en esa fauna. Quiero pensar que matar a un niño es algo que a un chalado le queda claro que no debe de hacer, que la disciplina hace maravillas en las mentes de esas bestias de la guerra.