lunes, 17 de diciembre de 2012

Play Room

Ha entrado bien, como si llevara vaselina entre sus páginas, literatura a pelo, erotismo, vicio y algunas gotitas viscosas de ciencia ficción. Ah y también hay espacio para el thrilller. Dos días, dos tardes es lo que me ha llevado leerme la novela Play Room y si ha sido así es porque he tenido bastantes compromisos últimamente. Debo de reconocer que me ha gustado por varias razones pero especialmente porque me ha dado todo aquello que la mayoría de escritores consagrados de lo fantástico adolecen: humildad, sinceridad y corazón, nada de ampulosas estructuras ficiticias que de tanto insinuar se convierten en trucos de serie Z, nada de personajes duros que parecen estatuas de piedra andantes; en esta novela los personajes casi se pueden tocar, oler, no se requieren gafas de 3d, lo que lees es lo que ves.    

Como mi andadura blogera es intermitente, en vez de enterarme de esta novela por el blog de su autora, fue a través del magazine de Underbrain donde hice un primer contacto, posteriormente leí un adelanto en pdf que me dejó bastante pillado y finalmente vi los cortos que he dejado más abajo. Las puñeteras promos me gustaron mucho, el personaje del escritor me fascinó, esa voz grave, impertintente, parece un tipo muy interesante, profundo pero al mismo tiempo un cretino, es todo un cóctel molotov que no sabemos como ingerir, si a tragos, de golpe o darle al mechero y lanzarlo contra nostros mismos para impregnarnos de su carácter. Y luego tenemos a Seila Dor, un personaje frágil en apariencia, que tiene que introducirse en el envidioso mundo de la literatura y para colmo meterse en experimentos químico-sensoriales que van a trastocar su mente y llevarla por caminos que sería mejor no recorrer si se quiere mantener la cordura.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Anónimo dijo...

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