domingo, 1 de agosto de 2010

Forbidden Colors (colores prohibidos)


No voy a escribir de la película del vídeo de arriba ni de David Sylvian o Ryuchi Sakamoto, aunque no me importaría; esta es otra entrada al blog con trampa, de esas que no hacen gracia al principio pero que en el mejor de los casos acabas sonriendo algo o cambiando de página o de blog directamente.

Bueno, un poquito si que voy a hablar del vídeo, me encanta David Sylvian, tiene una voz sensible, tierna, cercana como la de un cantautor intimista susurrándote al oído, unas letras poéticas tristes muy particulares. Su música es especial, no se alía con cualquiera, lo ha hecho con Marc Ribot y con Robert fripp (ambos guitarristas),  por decir a los más destacados y otras ocasiones ha juntado fuerzas con el compositor de bandas sonoras y pianista Ryuichi Sakamoto saliendo de esa colaboración el tema precioso "Forbidden Colours". No me quiero extender más, hay que escucharlo, degustarlo  y punto, no se me ocurre otra cosa que decir que... que sentimiento!  Es un tema elegante, atípico, con peligrosas piruetas vocales en la cuerda floja, pero vale ya está bien, tanto decir que no hablaría y ya me estoy excediendo. Respecto a la película hace mucho tiempo desde que la vi y aunque algo dura me atrevo a decir que valía la pena su visionado, además el citado Sakamoto, de manera anecdótica pues no es un actor, pero tiene un papel destacado. El debate es racial y hay algo más entre medio, pero no, no quiero hablar de eso.

Colores prohibidos, colores con que hemos crecido, preferencias personales, distintivos de nuestras personalidades... ¡Bobadas! Habrán excepciones, mentes estrechas que se limiten, que se definan,  pero hay tantos colores y cada uno expresa tantas cosas; no se porque debería de limitarme a uno o dos, la situación es la que los precisa, la hora del día, etc. Siempre fui un "Men in black" pensé que era ser coherente, que tenía que vestir como mis pensamientos, pero desde hace unos años que he cambiado de opinión y algo en el pensamiento. Hace años, cuando empecé a elegir mi ropa, cuando mis gustos se habían creado; inevitablemente me sumergí en la oscuridad, mucho más tarde en el trabajo me obligaron a seguir por el tema uniforme e incluso al salir iba con la misma ropa, no importaba que fuera una discoteca, un bar o ir de compras, ahí estaba mi tenebroso look asomándose en cada calle como un gótico de pacotilla; pues iba siempre algo sucio, pero no me importaba por dentro lo estaba mucho más.

Pero un día, viendo unas fotografías prehistóricas de mi me dije: ¿porque no probar a otros colores con aquellos que me forzaron? ¿Aquellos con que ingenuamente llegué a definirme sin darle tanta importancia? Y ahí empezó todo, primero rescatando unos jerseys de color verde seudomodernos de los ochentas, luego probé uno carmesí y me acabé comprando dos de color rojo, luego varias tonalidades de azul me volvieron a seducir. Redescubrí el gris, el marrón claro. Incluso he osado con el blanco de manera puntual, aunque de ello hay poco en mi interior; pero de alguna manera una vez que lo llevas olvidas lo que pueda representar; mi yo interior está ahí y la imagen sólo es importante para los demás y para cuando te ves en un espejo. Y tampoco me olvido de mi amor eterno: el negro, sin sus contrastes, nada sería lo mismo.

 Me falta el rosa y el amarillo que por ahora son superiores a mi...
Puede que ser que esa inquietud por los colores me venga por mi camaleónica personalidad como alguna vez alguien me han dicho???



3 comentarios:

Patricia dijo...

Me gustan todos los colores. Cualquiera puede hacerme sentir bien en un momento dado.Todo cambia y todos cambiamos. No hay colores mejores o peores, desde mi punto de vista, lo peor es ir uniformado, perder la variedad. Porque en la variedad está el gusto.

Pero sí es cierto que busco el equilibrio. No todos los colores combinan bien. No todos los colores se adaptan a una situación determinda. El rosa y el amarillo, también me cuestan. Soy más de contrastes y de colores vivos. Me gusta el rojo, el azul turquesa, el verde botella, el naranja, el blanco, el negro. Pero cuando un color te hace sentir incómodo, lo mejor es quitárselo de encima.

Una canción con mucho sentimiento, sorprendida estoy.

Cendrero (Adm. El Busto de Palas) dijo...

Me temo que estos colores son en realidad una metáfora de cualquier aspecto de la vida ;) Ciertamente nos cuesta cambiar de hábitos, es algo realmente difícil, y especialmente para los que nos gusta tenerlo todo controlado. Hay a quien le gusta la rutina, el hacer siempre lo mismo. Aunque siempre llega un momento en el que te acabas cansando, y hay que hacer un (a veces doloroso) cambio.

PD: Jaja, me ha gustado la mascota de OpenSuse de color rosa al final ;) ¿Tú lo usas? Yo por ahora estoy bien con mi Ubuntu, aunque algún día habrá que cambiar de color, como dices en tu artículo.

Alexandre Vaudeville dijo...

> Patricia, completamente de acuerdo contigo! Aunque aún estoy algo verde en estos temas y voy probando variedades que me seduzcan y me definan. La canción: David Sylvian, personalisimo cantante compositor que anteriormente estaba en una banda llamada "Japan". Como he dicho antes, superrecomendable!!!

> Cendrero, el tema de los colores da para horas para debate, jaja! En la publicidad, en el cine, el bien, el mal,uff hay para mucho! Todo cambio es doloroso pero luego se compensa!

Probe Suse y Open Suse, pero los encuentro algo limitados aunque su mascota me gusta, la he cambiado al rojo porque es el único color que, por lo que tengo entendido, no pueden imitar por lo extremo que es y hasta pueden morir... Es un color de extremos, que me gusta y me identifico, jaja!

PD: Porque con lo chulo que es el arco iris dicen que pertenece a los gays y las lesbianas, menudas injusticia!!!

Que tengáis un colorista día o lo que quede de él!!!